Al realizar la Resonancia Magnética obtenemos estas tres secuencias. La primera de ellas, potenciada en T1 tras haber inyectado medio de contraste de gadolinio por vía intravenosa, nos muestra una zona central hipointensa que sugiere necrosis y un contorno hiperintenso realzado gracias al contraste que sugiere una alteración de la barrera hematoencefálica.
La segunda secuencia está potenciada en T2 nos permite identificar la zona central necrótica ahora hiperintensa y una zona sólida discretamente hiperintensa respecto al parénquima cerebral normal que infiltra las zonas contiguas del cerebro.
Por último, se ha realizado una secuencia de perfusión que nos muestra la zona central necrótica no perfundida y un foco importante de perfusión sanguínea cercano a ésta sugerente de neoangiogénesis.